El término “hackerazzi” es una creación del
FBI, fuerza federal norteamericana que trabajó durante meses para
tratar de descubrir a los autores del robo de fotografías a la bella
Scarlett Johansson, quien no pudo hacer nada para impedir que imágenes
suyas completamente desnuda circularan por todo el planeta, por supuesto
sin su consentimiento. La investigación de este caso se llamó
“Operación Hackerazzi”, y terminó por descubrir el accionar de un sujeto
especializado en este delito.
“Aquí, sin ir más lejos, tuvimos el caso de
Juanita Viale y su marido, que tampoco pudieron hacer mucho por impedir
que sus fotos íntimas se difundan. Se trata de un delito, ya que se
accede a un sistema informático de forma absolutamente ilegítima. Está
contemplado en el Código Penal, luego de las modificaciones realizadas
en 2008 para tipificar los delitos informáticos”, dijo a Diario Popular el titular de la organización Identidad Robada, Daniel Monastersky.
Para que se entienda el fenómeno de los
hackerazzis, cabe destacar que los hackers son aquellos piratas
informáticos, con grandes conocimientos informáticos, que pueden
vulnerar sistemas por diversión o con motivos específicos. Uno de los
objetivos es la recompensa económica. Por ejemplo, vendiendo la
información (fotos, videos) para su publicación o mediante la extorsión
de aquellas víctimas vulneradas. En ese tramo de la cadena, ingresa la
característica paparazzi. “Hay famosos que se promocionan con estas
técnicas. Denuncian que les robaron datos, pero se trata de estrategias
para aumentar su popularidad. Pero al mismo tiempo hay verdaderos robos
sufridos por personajes conocidos, que sufren mucho”, dijo el experto.
¿El problema sólo afecta a los famosos? De
ninguna manera. Todos estamos expuestos. Una foto en el celular o subir
imágenes “privadas” a una página web, pueden ser el comienzo de una
pesadilla. “Damos muchas charlas, y la verdad es que la mejor manera de
evitar estos percances es concientizar a los usuarios de la tecnología.
Hay que dar ejemplos, y estamos ante un problema donde todos tenemos que
intervenir, desde las organizaciones ciudadanas hasta el Estado,
sumando a las familias y los colegios”.
“Por ejemplo, apuntamos mucho a
concientizar a los adolescentes, que practican mucho lo que se llama
sexting, que ocurre cuando los jóvenes se toman fotos en poses
provocativas y las envían por el celular, como un juego. Siempre les
decimos que en algún momento van a tener que trabajar, y en su
currículum estarán incluidas esas imágenes. En Google está todo lo que
hicimos y hay huellas de nuestro paso por la web. Hoy, la realidad es
nuestra reputación también incluye lo que hacemos en internet. Las
fotos, los videos, lo que escribimos no se borra. Y si logramos que una
página retire una foto, es más que probable que alguien la haya guardado
en su propia computadora y la difunda cuando quiera”, dijo Monastersky.
Conozca el Original: http://www.informaticalegal.com.ar/2011/10/23/crece-el-%E2%80%9Chackerazzi%E2%80%9D-un-nuevo-delito-informatico/
Conozca el Original: http://www.informaticalegal.com.ar/2011/10/23/crece-el-%E2%80%9Chackerazzi%E2%80%9D-un-nuevo-delito-informatico/
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