Por: Rodrigo Uprimny Yepez
SIN CASI DEBATE, NI SIQUIERA EN EL propio Congreso, avanza la iniciativa de realizar un referendo para imponer cadena perpetua en caso de homicidio, violación, explotación sexual, secuestro o maltrato severo contra un menor de 14 años.
Esta iniciativa es popular, pues muchos niños y niñas han padecido violencias horribles. Gran parte de esos crímenes están impunes, por lo cual muchos colombianos quieren penas más duras, como la cadena perpetua.Esas reacciones son comprensibles pues ¿quién no quiere proteger a los niños y niñas de la violencia y que ésta sea adecuadamente castigada? Esto explica la popularidad de la iniciativa, que ha sido impulsada por la autodenominada “senadora de los niños” Gilma Jiménez.
La señora Jiménez se puso en la tarea de recoger firmas para convocar un referendo que prevea la cadena perpetua en esos casos. Y logró conseguir casi 1’800.000 firmas y que el Congreso aprobara hace dos años la Ley 1327, que convocaba dicho referendo. Pero esa ley fue declarada inconstitucional por la sentencia C-397 de 2010 de la Corte Constitucional, entre otras cosas, porque el Congreso alteró el texto que sirvió para la recolección de firmas, con lo cual violó el sentido de la iniciativa popular.
Debido a lo anterior, la senadora ha propuesto una nueva ley para que se convoque el referendo, pero con base en las mismas firmas y en el mismo texto.
El proyecto ya fue aprobado en el Senado y pasó a la Cámara, y sigue siendo muy popular, por lo cual pocos congresistas se le han opuesto. Pero deberían hacerlo pues la iniciativa, a pesar de ser popular, es inconstitucional, pues está atravesada por una paradoja mortal.
Si la ley se aprueba conforme al texto con el cual fueron recogidas las firmas, entonces la propuesta es que se imponga siempre la cadena perpetua para todos esos delitos.
Esto es totalmente irracional, pues los delitos son muy diversos; es más grave el homicidio doloso que el maltrato severo, pero ambos comportamientos tendrían siempre cadena perpetua. No es lo mismo que alguien mate a un niño en un acto de furia, que ser un asesino en serie, como Luis Alfredo Garavito. La culpabilidad es distinta, pero ambos tendrían la misma pena. Las posibilidades de resocialización de las personas condenadas es diversa, pero todos tendrían que cumplir cadena perpetua.
Ese texto absolutista (que sirvió para recoger las firmas) viola principios esenciales al Estado de derecho, como el de la proporcionalidad de las penas y la función resocializadora de la pena, por lo que equivale a una sustitución de la Constitución. La Corte tendría que declarar su inconstitucionalidad.
Conscientes de este hecho, la senadora Jiménez y los ponentes modificaron el texto de la iniciativa, previendo que la cadena perpetua sea un límite posible para algunos casos pero que no se aplica automáticamente siempre a todos esos delitos. Esta modificación reduce la irracionalidad del proyecto, sin llegar a constituir una buena política criminal. El problema es que dicho cambio no es posible pues se traiciona la iniciativa popular y se incurre en exactamente uno de los vicios de procedimiento que ocasionó la inconstitucionalidad de la Ley 1327.
La iniciativa de cadena perpetua está entonces condenada a muerte pues, de ser aprobada, la Corte deberá declararla inconstitucional por la misma razón que anuló la anterior ley. Ese solo hecho debería hacer que el Congreso archivara el proyecto. Pero más grave aún: la iniciativa es inconveniente pues desarticula el sistema punitivo sin mejorar la protección de nuestros niños y niñas (que es lo que todos queremos), como lo ha mostrado el colega Mauricio García en nuestro blog en la Silla Vacía y lo desarrollaré en posteriores columnas
Conozca el original en: http://elespectador.com/impreso/opinion/columna-275511-cadena-perpetua-popular-inconstitucional
A través de la historia se ha comprobado que la función resocializadora de la pena, no ha funcionado. De hay podemos derivar la pregunta que si incrementar las pena en verdad constituye la solución o la respuesta que se busca tanto paa evitar el delito como para castigarlo. Personalmente consideró que si ésto no ha funcionado por muchos años, en las condiciones actuales no habría mayor diferencia.
ResponderEliminarBueno, muy bueno el artículo, espero acá se pueda discentir en algo. ? espante al pena de muerte? pero legalizamos el aborto, al margen de lo legal y en aras de las grandes verdades de la humanidad, está en total indefención el no nato y el otro se ha buscado hasta el deseo de venganza de una multitud por un acto que quiza se sobredimensiona, pero quien dirá que está en primer lugar, los niños, los adltos y toda su capacidad destructiva ...
ResponderEliminarLas normas reflejan el estado de salud de una sociedad. La nuestra no está en la raya de lo deseable. Y si vemos como en todos estos debates confluyen las influencias políticas, religiosas, publicas, privadas y todo cuanto se le pueda sumar alejandose cada vez más de las verdades fundamentales.
La mínima intervencion de la autoridad y el minino de sanciones es el camino a recorrer y la bandera para alegar y demostrarnos a nosotros mismos evolución, pero, en Colombia exponerlo así es saltar mil años adelante en el tiempo.
Ya hay hoy sociedades así. Desde donde se nos mira, gustenos o no, como una sociedad enferma en un gran porcentaje. Ahi puedo citar muchos estudios sobre nuestra realidad en Colombia.
Pero mientras llegan esas utopias que hacemos con las células que transmiten su cancer a quienes aún no han nacido o a quienes no tienen la experiencia para la autosufiencia y autodefensa...
Que hacemos con el manejo de tanta información que aleja de lo fundamental.
Que hacemos quienes tenemos hijos y los vemos tan expuestos y peor aún si no los violan, torturan y asesinan.
Que hacemos con los VIIIIIVOOOOS que porque nadie los abortó andan por ahi defendiendo el aborto!
Que hacemos con los que en el nombre del estado hace rato ejecutan pena de muerte con lista en mano y ni hablar de quienes no lo hacen en el nombre del estado.
Me puede amanecer escribiendo acá y será una voz más entre millones acerca del tema.
Pero si alguien llega a su casa o a la mia, vulnera el espiritu o el cuerpo y tatua en la mente de nuestros hijos un abuso de poder y de maltrato a cualquier nivel, o atentan contra nuestra propia vida ahhhhh la corrida se ve muy bien desde la barrera y se brinda en medio del baño de sangre.
Pero cuando es nuestra sangre la que hace la fiesta...
Los abogados tienen todas las respuestas.
Y los legisladores, todas, menos unanimidad.
Pero cuando el punto es nuestra propia vida o la de nuestros hijos, la legalidad nos vale un pepino...
Nos olvidamos de todo, y entramos en esa estadistica de sociedad enferma, violenta, con sed de venganza.
Que sugieren quienes no quieren pena pena de muerte o cadena perpetua.
En la legalidad y tanta norma esclava de tantos intereses y tambien pasiones hay muy poco de sabiduria.
Educación, romper paradigmas, determinar el punto donde todo empezó a ir mal, es una gran tarea, siempre en nombre de la vida y del cuidado de quienes aún no tienen el poder del autocuidado y carecen de la experiencia para juzgar de lo bueno y lo malo y decidir.
Y nosotros los cuerdos y sabelotodos a ver a quien damos más, a los niños o a los delincuentes.
Otorgo mis más sinceros sentimientos de gratitud a Angel y a Jennifer por sus aportes y en cuanto al comentario que hace mi gran amigo Angel, por supuesto que este es todo un espacio para disertar y controvertir pero siempre con respeto. Me gusta mucho su opinión y por supuesto la respeto pero no comparto varias cosas que posteriormente se discutirán al calor de un buen tinto. Gracias y continúen manifestando libremente -pero con respeto- sus posiciones y de nuevo mis más sinceros agradecimientos por visitar constantemente mi Blog!!
ResponderEliminarClaro que si amigo, tertulia y un buen café, y un buen pasante. Espero no estar en la lista de los irrespetuosos! Colombia es un país enfermo por ej de doble moral! y ante afirmaciones como esta los ortodoxos relogiosos o legalistas y de toda indole lo primero que hacen es acusar de irrespeto o de terrorismo o cuanta cosa se les ocurra para acallar las voces lúcidas. Pero la historia de una sociedad nada perdona. Lecciones de historia? que pereza, ahi esta para quien le quepa dura. Un abrazo amigo y su anteior respuesta encarna "tolerancia" virtud que nunca lleva a la guerra!
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