 Connecticut se convirtió hoy en el decimoséptimo estado de Estados 
Unidos en abolir la pena de muerte después de que su gobernador, el 
demócrata Dannel Malloy, firmase el decreto que sustituye la pena 
capital por la de cadena perpetua.
Connecticut se convirtió hoy en el decimoséptimo estado de Estados 
Unidos en abolir la pena de muerte después de que su gobernador, el 
demócrata Dannel Malloy, firmase el decreto que sustituye la pena 
capital por la de cadena perpetua.
“Esta tarde acabo de firmar la ley que reemplaza, con carácter 
inmediato, la pena de muerte por la cadena perpetua sin posibilidad de 
salir en libertad condicional como el mayor castigo legal en 
Connecticut”, afirmó Malloy tras firmar el decreto.
Durante un acto celebrado en Hartford, la capital del estado, el 
gobernador Malloy dijo que éste es un momento “histórico” porque 
Connecticut se une a otros 16 estados del país y al resto de países 
industrializados del mundo que han abolido la pena de muerte.
Sin embargo, Malloy señaló que ahora toca hacer una reflexión 
“sobria” sobre la pena capital más que celebrar su abolición, y 
reconoció que es un asunto que sigue dividiendo y “que no conoce 
fronteras” ni políticas, ni de género, ni raza o religión.
El gobernador de Connecticut recordó que siendo joven era partidario 
de la pena de muerte, una posición que fue cambiando con los años cuando
 se dio cuenta, siendo fiscal, de que el sistema de justicia está “lleno
 de imperfecciones”.
“Aunque es un buen sistema diseñado con los mayores ideales de 
nuestra sociedad democrática en la mente, está sujeto a la falibilidad 
de quienes participan en él, como en cualquier experiencia humana”, 
añadió.
En los últimos 52 años sólo dos personas han sido ejecutadas en el 
estado de Connecticut, “y ambos lo pidieron voluntariamente”, según 
Malloy, quien lamentó que el dinero de los contribuyentes se ha seguido 
destinando para pagar “apelación tras apelación”.
“Ahora que nuestro estado logra ir más allá de este debate divisorio,
 confío en que todos podamos redoblar nuestra esfuerzos y trabajar 
juntos para mejorar la integridad de nuestro sistema de justicia y no 
minimizar su falibilidad”, sentenció.
El pasado 13 de abril, la Cámara de Representantes de Connecticut 
aprobó en una histórica votación y después de varios intentos fallidos 
por la oposición de una parte importante de la población la abolición de
 la pena capital en el estado.
Desde 1976 los jurados de Connecticut han dictado 15 sentencias de 
muerte, de las cuales solo una se ha ejecutado, la de Michael Ross, 
condenado por varios homicidios y quien recibió las inyecciones letales 
en 2005 después de que renunciara a apelar.
La última ejecución llevada a cabo en el estado de Connecticut fue el
 13 de mayo de 2005, cuando un hombre de 45 años fue ejecutado con una 
inyección letal en cumplimiento de una condena por asesinato.
En Estados Unidos la pena de muerte es legal en todo el país para 
delitos federales y militares, y se aplica tanto en el ámbito estatal 
como el federal, aunque ya son 17, con Connecticut, los estados que se 
han convertido en abolicionistas.
Desde que se restableció la pena de muerte en Estados Unidos en 1976 
han sido ejecutadas más de 1.280 personas en los 34 estados donde se 
aplica esa condena.
Tomado de: http://www.lapatilla.com/site/2012/04/25/otro-estado-elimina-la-pena-de-muerte/ 
 
 
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